Constitución de Bielorrusia

La Constitución fue elaborada por el Consejo Supremo de Bielorrusia, el antiguo cuerpo legislativo del país, para cuya redacción se consultó a la ciudadanía y a expertos legales.Los contenidos de la Constitución incluyen el preámbulo, nueve secciones, y 146 artículos.Si bien la mayor parte de la Constitución se centra en establecer las funciones de los distintos poderes, también hay una sección dedicada a los derechos y libertades reconocidos por el Estado a los ciudadanos y residentes.Bielorrusia adoptó su primera constitución en 1919 cuando el país represenaba una efímera República Socialista Soviética Bielorrusa.La gaceta Zvezda publicó oficialmente la Constitución quince días más tarde.La ley, aprobada en la decimotercera sesión del Consejo Supremo, también proporcionó las fases de transición para los funcionarios y órganos gubernamentales para formarse en dos años.De acuerdo con la legislación bielorrusa, cada cargo es independiente, pero todos deben trabajar juntos para servir a la gente.[3]​ La Constitución también hace de Bielorrusia una democracia presidencial, reduciendo significativamente el papel del primer ministro.[6]​ El expresidente del Consejo Supremo, Stanislav Shushkévich, criticó los primeros borradores, debido a la cantidad de poder otorgado al presidente.Si las leyes no son conformes con la Constitución, entonces pueden ser declaradas nulas.Las leyes mismas están sujetas al derecho internacional y Bielorrusia quiere «reconocer la supremacía de los principios universalmente reconocidos del derecho internacional y asegurar que sus leyes cumplen con tales principios».[14]​ El territorio de Bielorrusia está dividido en distintas regiones denominadas óblast.También promete a los ciudadanos de Bielorrusia la protección y el auspicio, sin tener en cuenta si están en fronteras bielorrusas o en un país extranjero.[14]​ La Constitución también establece el bielorruso y el ruso como los idiomas oficiales del país, promete la neutralidad y la proliferación no nuclear, adopta símbolos nacionales, y establece a Minsk como la capital (esta ya era la capital de la República Socialista Soviética de Bielorrusia).[14]​ La sección II describe los derechos que el gobierno concede a los ciudadanos.Según el documento, proveer y proteger estos derechos básicos, que incluyen el «derecho a un nivel de vida solemne, incluyendo la comida apropiada, la ropa, el alojamiento e igualmente una mejora continua de las condiciones de vida necesarias», es la máxima prioridad del gobierno.[17]​ Tienen el derecho a votar en elecciones y plebiscitos los ciudadanos mayores de dieciocho años.La Constitución establece dos hipótesis en las que se le impide votar a un ciudadano: si este es declarado incapaz por sentencia judicial o si está cumpliendo pena de prisión durante las elecciones.Si la Asamblea Nacional solicita un plebiscito, una mayoría es necesaria en ambas cámaras para que sea oficial.Los miembros del Consejo se mantienen hasta que su mandato como ministro termina o el presidente es reemplazado.El dinero que será utilizado en el presupuesto nacional se adquiere de los impuestos nacionales y multas, y de los pagos realizados a Bielorrusia por gobiernos extranjeros.La única restricción es que las secciones I, II, IV y VIII sólo se pueden enmendar por referendo nacional.A menos que se indique lo contrario de lo establecido en el artículo 143, parte 3, la jefatura nacional debe formar los organismos gubernamentales estatales dos meses después de que la Constitución entre en vigor.[28]​ Dos años más tarde, Lukashenko programó el primer referendo que cambiaría potencialmente la Constitución.[26]​ Otros resultados no relacionados directamente con la votación incluyeron la expansión del papel del Consejo de Ministros, lo cual le permitió tratar los asuntos relacionados con el desarrollo de los ámbitos económico, social y político en Bielorrusia.Debido a problemas asociados a la transparencia y al amaño de votos, la Unión Europea, los Estados Unidos y varias otras naciones no reconocieron los resultados de la votación.[37]​ Ambos referendos fueron severamente criticados por la oposición política en Bielorrusia además de observadores internacionales como la OSCE.Las leyes eran constitucionales si cumplían con la voluntad del presidente Lukashenko y con la población; en cambio, eran inconstitucionales si ni al presidente ni a la población les gustaba.Las leyes que estaban en la última categoría eran consideradas «ignoradas» por los estudiantes de Derecho.El relator de la ONU, Param Cumaraswamy, señaló particularmente que los decretos temporales aprobados por las autoridades nacionales estaban todavía en vigor, aun cuando habían vencido o contradecían la Constitución.
Una versión de folleto de la Constitución distribuida a los ciudadanos por el gobierno. El nombre del documento está en bielorruso , seguido de su nombre en ruso .