Encabezó en 1548 una gran embajada al rey Enrique II de Francia.
[1] El trienio que pasó en Goa fue un gobierno prodigioso.
Habiendo llevado para Goa el «diente de Buda», adorado por los orientales, recusó el rescate que los creyentes le oferecian y luego devolvió el diente.
Dice Boxer en «O Império colonial português (1415-1825», 2ª edición, página 89, que la «posición de la Iglesia Católica Romana en Portugal y en su império ultramarino era ya poderosa en 1550 y fue aún más reforzada por la Contrarreforma, a que Portugal adhirió inmediata e incondicionalmente.» Continua: Los padres tenían generalmente inmunidad; las Órdenes religiosas y la Iglesia poseían cerca de 1/3 de la tierra disponible en Portugal y muchas de las mejores tierras de la India portuguesa.
Y no eran palabras sin fundamento», continua Boxer: «porque fue el mismo virrey que rechazo la oferta del rey de Pegu para pagar un rescate real por la relíquia sagrada del diente de Buda, de que el se había apoderado en Jafanapatão».