Constantino Horta

Después de finalizar los estudios de derecho se estableció cómo abogado pero, firme en su amor al país, mantuvo una asesoría jurídica gratuita en el Centro Gallego.

En 1898, después de la derrota española frente a Estados Unidos, se repatrió a España, estableciéndose en Barcelona, aunque siguió visitando e incluso residiendo en América para promocionar sus libros.

En 1904 se volvió a establecer en La Habana, trabajando de profesor en el Colegio Mercantil del Centro Gallego.

Así mismo, participó en la constitución del Comité Redencionista de La Habana en 1909, poco después transformado en la Unión Redencionista Gallega, que pretendía eliminar los foros que tanto perjudicaban al campesinado gallego.

Horta nunca llegó a asumir el giro nacionalista que las Irmandades da Fala dieron al galleguismo.