Constantino Gil y Luengo

A los veinte años debutó como poeta festivo con Mis primeros versos (Zaragoza, 1864).

Siguió con la poesía en su libro Cantos de un mudo, Madrid: Imp.

Como comediógrafo llevó su mucho gracejo a temas de color subido y elaboró piezas cortas de una gran vis cómica, como ¡Todo empieza y todo acaba!.

Juguete cómico en un acto y en prosa (1891), La Llave del Paraíso, Juguete en dos actos y en prosa (1875) o El vecino de ahí al lado.

Método fácil y breve para formar ministerios (1883), Derecho cómico-conyugal.