Es un delito federal en los Estados Unidos de acuerdo a 18 U.S.C.
§ 2384: Para que se lleve a cabo un cargo por conspiración sediciosa, basta planificar un crimen, no siendo necesario que sea realmente llevado a cabo.
Según Andrés Torres y José E. Velázquez, la acusación de conspiración sediciosa es de carácter político y fue utilizada casi exclusivamente contra los independentistas puertorriqueños en el siglo XX.
[1] Sin embargo, la ley también se utilizó en el siglo XX contra comunistas (el United Freedom Front),[2] neonazis[3] y terroristas como el Ejército Republicano Irlandés Provisional en Massachusetts y Omar Abdel-Rahman.
[4] Desde la Primera Guerra Mundial, el gobierno federal ha ganado numerosos casos de conspiración sediciosa contra independentistas, comunistas y otros puertorriqueños.