Conserje de palacio

A ellos correspondía señalar las habitaciones que en las jornadas debían ocupar los individuos de la real servidumbre, recogiendo recibo de los muebles que facilitaran a los mismos y cuidando de recogerlos al concluirse la jornada.

Pedían por escrito al Administrador y distribuían entre quienes correspondía el aceite, lumbre, leña y carbón (después, el gas) que se necesitaba en los edificios durante la jornada.

Tenían en depósito los muebles inútiles llevando inventario separado de ellos.

En su poder obraban las llaves maestras de los reales palacios.

Los conserjes eran los jefes inmediatos de los llaveros, mozos ordinarios, barrenderos, porteros y demás empleados en la custodia y conservación de los reales palacios y demás posesiones confiadas a aquellos.