[2] Su misión es ser un órgano consultivo y asesor que de forma permanente (indefinida en el tiempo) haga propuestas de reformas y verificará el avance en la implementación y el cumplimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
[4] Las prioridades en las que ha enfocado sus propuestas durante sus primeros años de funcionamiento han apuntado a las cuatro deudas principales de nuestras ciudades: la desigualdad en el acceso de la población a los bienes públicos urbanos, la creciente segregación social y la exclusión urbana, el acentuado centralismo y sectorialismo de la gestión urbana y, por último, la necesidad de incrementar los niveles de democratización y participación social en la construcción de las ciudades.
El Consejo Nacional de Desarrollo Urbano debe proponer reformas concretas en el marco de la PNDU, reconociendo la necesidad de ajustes institucionales y nuevos énfasis y enfoques de la acción del Estado en materias de Vivienda, Desarrollo Urbano, Transporte y Obras Públicas, entre otras.
Sus principales tareas son:[3] Para apoyar el funcionamiento del CNDU, se creó una Secretaría Ejecutiva, compuesta por un equipo profesional multidisciplinario.
Este grupo técnico, liderado actualmente por Pilar Giménez, está encargado de:[5]