Conductos galactóforos

Los procesos que conducen a la morfogénesis del epitelio, que son la proliferación, la migración, la intercalación, la diferenciación y la muerte de las células epiteliales, están regulados tanto por programas genéticos internos como por señales externas.[1]​ Dentro de los epitelios cuya ramificación se determina tanto por las acciones predecibles del proceso, como por elementos aleatorios (estocástica), la glándula mamaria es el paradigma tisular ideal.En el ratón hembra, los conductos epiteliales están rodeados por fibroblastos (FB) periductales, formando una vaina rica en colágeno y fibroblastos, que separa los conductos del estroma rico en tejido adiposo.[2]​ En la hembra humana, el epitelio está encerrado en dos tipos de estroma histológicamente distintos.Los fibroblastos mamarios desempeñan funciones clave en todas estas modalidades de señalización.
Glándula mamaria o túbulo-acinosa compuesta.