En anatomía humana, el conducto carotídeo es un canal óseo situado en la base del cráneo, en la porción petrosa del hueso temporal o peñasco.
Lo atraviesa la arteria carótida interna procedente de la región cervical.
[1] Cuando se produce una fractura de la base del cráneo como consecuencia de un traumatismo craneoencefálico, es habitual que la fractura afecte a la región del peñasco por donde transcurre el conducto carotídeo, ello es causa de complicaciones vasculares por lesión de la arteria carótida interna.
[2] Las más importantes son el accidente cerebrovascular, formación de pseudoaneurismas en la arteria y muerte por hemorragia.
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