La fractura de la base del cráneo se define como una fractura ósea que afecta a alguno de los huesos situados en el suelo o base de la cavidad craneal.
[1] Suele producirse por impactos importantes sobre la cabeza, por ejemplo accidentes de tráfico o caídas de altura.
Produce complicaciones importantes provocadas por la lesión de alguno de los nervios o vasos sanguíneos que atraviesan la base del cráneo.
El conjunto se divide en tres compartimentos, la fosa craneal anterior, la fosa craneal media y la posterior.
La fractura puede afectar a las tres fosas craneales, pero se localiza preferentemente en determinadas zonas que son puntos débiles de la estructura, entre ellos el techo de la órbita, la lámina cribosa del etmoides y el peñasco del hueso temporal.