Condenas de París

Durante el período medieval, se censuró todo conocimiento que pudiese desafiar la existencia de Dios, incluyendo enseñanzas teológicas medievales, pero muy en particular la física aristotélica.

[1]​ Las primeras investigaciones se llevaron a cabo por el Sínodo Provincial reunido en Sensen 1210, luego siguieron las Condenas de 1270 y 1277.

[3]​ Dichos textos eran designados exclusivamente a los maestros en teología,[4]​ por lo que si cualquiera los pronunciaba, e incluso si era el que los escuchaba, corría peligro de ser denunciado y por consiguiente excomulgado si no se disculpaba ante el obispo en el plazo de una semana.

[5]​ Esta condena fue anulada puesto que prohibía las premisas aristotélicas que el máximo exponente de la escolástica, Tomas de Aquino, había adaptado al cristianismo.

Uno de los autores más reconocidos en este ámbito es Pierre Duhem.

Curso de filosofía en París , ilustración de Grandes crónicas de Francia .