Nacido en La Habana, Cuba,[1] era miembro de una noble familia establecida a partir del siglo xvii primero en Jamaica y luego en Cuba; su abuelo fue Nicolás de Peñalver y Cárdenas, primer conde de Peñalver y alcalde ordinario de La Habana en 1846.
[5][6][7] Contribuyó con su amigo Don Julio Bielsa a la construcción de la Gran Vía, que comunicaría el centro de la capital con la estación Norte.
En honor a él, se bautizó el primer tramo de dicha vía de comunicación: la avenida del Conde de Peñalver —que iba del punto de arranque de la Gran Vía en la confluencia con la calle de Alcalá a la Red de San Luis— y, posteriormente, la actual calle del Conde de Peñalver, antes llamada de Torrijos, también en Madrid, en el Ensanche.
Además de su impulso a la construcción de la Gran Vía, al Conde de Peñalver se le deben otros hechos importantes como son la creación de la Asociación Matritense de Caridad, la inamovilidad de los empleados públicos del Ayuntamiento y la creación de la Banda Municipal.
[10][11][12] Muerto sin descendencia, le sucedió en sus títulos de nobleza su hermano Enrique.