[1] El 6 de febrero de 1808, Adrián Jácome y Ricardos solicitó la sucesión en el título, sin éxito.
[1] Varios nuevos intentos tendrían lugar en el siglo XX: el primero, mediante petición cursada el 3 de diciembre de 1959 por Ricardo de Rojas y Solís (BOE del día 8 del mes),[4] no prosperaría.
[5] Ambos solicitantes, más Ignacia Ruiz de Arana y Montalvo, fueron convocados el 23 de enero de 1985 (BOE del 13 de abril) para que pudisen «alegar (...) lo que crean convenir a sus respectivos derechos».
[6] El expediente no fue favorable para ninguno y el título continúa extinguido.
Al no tener descendientes la primera condesa y ser además un título concedido con carácter vitalício, no se ha podido transmitir, por lo que es simplemente un título histórico.