[6] El 23 de noviembre, la reina castellana firmó un codicilio que establecía que cuando Juana no estuviese en los reinos o «estando en ellos no quiera o no pueda atender en la gobernación»,[nota 2] de esta se haría cargo Fernando.[3][4] El mes anterior había sido uno de los más duros en las relaciones entre Fernando y Felipe.[3][4] Era la primera vez que se reconocía a Felipe como propietario de Castilla junto con su esposa.[3] Debido a los trastornos mentales que se apreciaban en Juana,[nota 3] se añadió una cláusula por la que el gobierno recaería en Felipe y, en ausencia de este, en Fernando.[2] Felipe el Hermoso no se conformó con lo plasmado en el acuerdo y se apresuró a embarcarse junto a su esposa desde Flandes en pleno invierno, el 10 de enero de 1506,[11] pero las inclemencias hicieron que tuvieran que permanecer en Inglaterra hasta finales de abril.
Felipe el Hermoso y Juana la Loca en los jardines del castillo de Bruselas, en sendos óleos del
Maestro de Affligem
fechado
c
. 1470-1500.