Concilio de Roma (1083)

En 1083 el papa Gregorio VII convocó un concilio.

Se declararon por nulas las ordenaciones hechas contra los Cánones.

Se declararon también nulas las penitencias que no fueran conformes a las máximas de los Santos Padres.

Se ordenó a los Obispos que hicieran enseñar las letras en sus Iglesias y se les prohibió tolerar la incontinencia de los Clérigos.

Diccionario portátil de los concilios, Pons-Augustin Alletz, 1782