Durante los años venideros, la computación voluntaria se extendió a otras áreas, especialmente relacionadas con el ámbito académico.
Además, aparecieron múltiples proyectos basados en Java más cercanos a la investigación como Bayanihan,[3] Popcorn,[4] Superweb[5] o Charlotte.
En el año 2002, el sistema de middleware denominado como el Berkeley Open Infraestructure for Network Computing, comúnmente conocido como BOINC, fue lanzado como un soporte para el proyecto SETI@home.
El uso del software se extendió hasta alcanzar los proyectos de mayor envergadura como SETI@home o Climateprediction.net.
Algunas de las alternativas surgidas en los últimos años han sido las consolas PlayStation 3[9][10] o los teléfonos Android.
[11] Recientemente, IBM abandonó y transfirió el proyecto World Community Grid al Instituto de Investigación Krembil.
Los voluntarios participantes deben instalar un programa cliente encargado de descargar y ejecutar trabajos (pequeños programas o procesos) provenientes de los servidores pertenecientes a los proyectos científicos a los cuales se desea contribuir.
Utilizan principalmente un modelo "pull", donde se contacta de manera periódica a unos servidores centralizados que son controlados por los investigadores del proyecto.
Algunos middleware permiten limitar la cantidad de recursos proporcionados por usuario para paliar los efectos que el software pueda provocar sobre el rendimiento.
El conocimiento e interés entre el público en la computación voluntaria se incrementó durante la pandemia del COVID-19, alcanzando cifras nunca vistas de computación que ayudaron de forma considerable en las investigaciones asociadas con el virus.
Deben desviarse una serie de recursos para atraer y mantener voluntarios al proyecto, y mantener un flujo de información constante con estos para evitar un creciente desinterés en el proyecto.
En muchos casos, la computación en malla puede basarse en un trabajo de colaboración entre organizaciones donde todas las partes obtienen un beneficio tangible.
Las organizaciones pueden mandarse órdenes entre sí, por lo que no limitan sus recursos a ser simples ayudantes.