El complejo industrial-militar (proveniente del término original en inglés: military–industrial complex) es un concepto que se aplica a los intereses económicos de la industria militar aplicados al armamentismo y a una política militarista o imperialista.
[8][9] Su divulgación se realizó a partir de un discurso del presidente estadounidense Dwight Eisenhower al terminar su mandato en 1961:
Eisenhower lo aplicaba a los grupos industriales estadounidenses interesados en mantener la carrera armamentística entre los Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría para su beneficio económico; posteriormente fue ampliada por otros políticos estadounidenses, como el senador demócrata J. William Fulbright.
Con anterioridad, el concepto fue utilizado por Daniel Guérin en su libro Fascismo y grandes negocios.
La influencia total -económica, política, incluso espiritual- se siente en cada ciudad, en cada estado, en cada oficina del gobierno federal.