Durante la madrugada sacan a los prisioneros y por orden del teniente Marcos Rodríguez Olivares proceden matarlos a balazos y posteriormente los cortan con corvos, luego trasladan los cadáveres a unos 600 metros de la casa patronal y los arrojan al suelo tapandolos con ramas y piedras, un par de días después, vuelven militares a excavar tres fosas en las que depositan a los muertos.
años más tarde en 1978 en el marco de la operación "Retiro de televisores", nuevamente militares llegan al sector y exhuman a las víctimas haciéndolas desaparecer.
La noche del 11 de octubre de 1973 una patrulla militar, que recibe el apoyo de la familia García en Liquiñe, detiene a 15 personas desde distintos puntos de esa localidad, durante la madrugada los trasladan hasta Villarrica y en el puente sobre el río Toltén los fusilan y los arrojan al lecho del río.
[3] Los asesinados eran campesinos que trabajaban en el complejo maderero Panguipulli.
El caso volvió a tomar notoriedad en 2004 cuando el entonces alcalde de Providencia Cristián Labbé tuvo que declarar por su supuesta participación en los hechos, ya que en esa época fue nombrado por el teniente coronel (r) Arturo Antonio Bosch González como parte de la comitiva militar que operó en la zona cuando ocurrió la masacre.