La Comisión vaticana COVID-19 es una institución creada por el Papa Francisco para expresar la preocupación de la Iglesia ante la pandemia de COVID-19 y proponer respuestas a los posibles desafíos socioeconómicos.
[1] El 20 de marzo de 2020 el Papa solicitó al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI) formar una Comisión para “preparar el futuro” y hacerlo a través de “acciones de apoyo a las iglesias locales para salvar vidas humanas, para ayudar a los más pobres”[2] y a través del análisis y la reflexión respecto a los desafíos socioeconómicos que se han planteado con esta crisis y la propuesta de criterios para afrontarlos.
Este organismo informa directamente al Santo Padre y su dirección está compuesta por el Cardenal Peter K. A. Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; el Secretario Mons.
[...] El Papa nos ha pedido concreción y creatividad, enfoque científico e imaginación, pensamiento universal y la capacidad de entender las exigencias locales”.La Comisión vaticana COVID-19 contempla la actividad de cinco grupos de trabajo, cada uno con distintos objetivos, los cuales fueron presentados al Santo Padre el 27 de marzo de 2020:[2][3] Además, el Grupo 2, “Mirar al futuro con creatividad”, trabaja sobre cuatro equipos especiales (taskforces): seguridad, salud, economía y ecología; cada uno con un coordinador propio.
[6] La Comisión vaticana COVID-19 ha elaborado diversos materiales, reflexiones y mensajes entre los que destacan especialmente las catequesis ofrecidas por el Papa Francisco durante sus Audiencias Generales[7] de agosto y septiembre de 2020 y recogidas en el libro Sanar el mundo.