Comisión de Monumentos de Vizcaya

[1]​ Creada, al igual que las del resto del Estado, por Real Orden de 1844, su papel fue meramente testimonial hasta su reorganización en el año 1908, momento en el que sus miembros comenzaron a trabajar sistemáticamente en la elaboración de un catálogo de monumentos históricos y de un inventario de los objetos histórico-artísticos del solar vizcaíno que pudieran reunirse para la formación del Museo Arqueológico de Bilbao.

Es a partir de esta fecha cuando puede encontrarse mayor cantidad de documentación sobre la composición y los trabajos de dicha comisión, que fueron de vital importancia para salvaguardar el patrimonio, que ha podido llegar hasta nuestros días, amenazado en ese tiempo por el desconocimiento y la construcción sin miramientos de un crecimiento industrial demasiado rápido para preocuparse por la historia.

La publicación se suspendió en 1914 por la Primera Guerra Mundial y volvió a editarse en 1918.

Entre sus muchos logros, está el impulso y seguimiento para la adquisición pública de la Cueva de Santimamiñe, perfectamente orquestada y dirigida por dicha institución.

En total se editaron siete tomos, cuyos contenidos aparecen listados en un cuaderno publicado en 1944 por el ayudante de archivo de dicha comisión: Ángel Rodríguez y Herrero, titulado Índice general.