En el año 2012, la energía renovable representó la mitad de la capacidad nominal eléctrica instalada y los costes continúan descendiendo.
Los países que más han invertido en los últimos años son China, Alemania, España, los Estados Unidos, Italia y Brasil.
Países miembros de la UE han mostrado su apoyo a objetivos ambiciosos relacionados con la energía renovable.
La energía renovable es también la solución más económica para la nueva potencia que se conecta a la red en áreas con buenos recursos.
Las tecnologías renovables son a menudo la solución más económica para crear nueva capacidad de generación.
Hoy en día, en los lugares en los que «la generación de electricidad a partir del petróleo predomina (ej.
Estas han entrado en los mercados como resultado de las inversiones en investigación, desarrollo y demostración (RD&D) desde los años 80.
Sin embargo, la industria se mantuvo relativamente estancada durante la pasada década hasta el 2007, aunque la demanda de biomasa (mayoritariamente madera) continúa creciendo en muchos países en desarrollo.
Además, estas tecnologías han pasado de ser una pasión para los pocos dedicados a un sector económico importante en países como Alemania, España, Estados Unidos y Japón.
Muchas grandes empresas industriales e instituciones financieras están involucradas y el reto es ampliar la base del mercado para el crecimiento continuo en todo el mundo.
Muchas de estas plantas están integradas con la agricultura y algunos utilizan innovadores sistemas de rastreo que siguen la trayectoria diaria del sol a través del cielo para generar más electricidad que los sistemas fijos convencionales.
Muchas otras plantas están en construcción o se planea hacerlo, principalmente en España y los Estados Unidos.
El panorama político debe seguir el ritmo de las tendencias generales en el sector energético, así como reflejar las prioridades sociales, económicas y ambientales específicas.
Como el Informe Stern señala: "En un mercado energético liberalizado, inversores, operadores y consumidores deben enfrentar el coste total de sus decisiones.
Un cambio en la fiscalidad y en las subvenciones puede ayudar a superar estos problemas, aunque también es problemático combinar diferentes regímenes normativos internacionales que regulen esta cuestión.
Varios países de Europa occidental ya están cambiando los impuestos en un proceso conocido como reforma fiscal ambiental.
Otros países europeos que se han esforzado en hacer reformas fiscales significativas son Francia, Italia, Noruega, España y el Reino Unido.
Los países en desarrollo con los objetivos de energía renovable incluyen China, India, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia, Brasil,Paraguay, Egipto, Mali y Sudáfrica.
«Los gobiernos deben desarrollar marcos normativos que fomenten la inversión privada en opciones de energía bajas en carbono».
Así pues, los reguladores realizan diversidad de decisiones que afectan a los resultados financieros asociados con las inversiones en energías renovables.
Para que tengan aceptación, los productos de energía renovable voluntarios deben ofrecer un beneficio y valor significativos a los compradores.
En Europa la principal herramienta voluntaria utilizada por las ONG para promover la producción de electricidad sostenible es el [EKOenergy]].
En el mismo año, India fue el mayor comprador neto de empresas en el extranjero, principalmente en los mercados europeos más consolidados.
Basados en estas nuevas reglas, muchos servicios públicos fortalecieron sus programas de energía no contaminante.
La prometedora empresa de energía solar Solyndra, se involucró en una controversia política que implicó a los Estados Unidos.
Los subsidios a los combustibles fósiles, (mucho más altos que los de la energía renovable) siguen en vigor y deben ser eliminados rápidamente.
Debido a unos costes de producción menores para ambas tecnologías, la capacidad instalada total creció bruscamente.
De este modo, el marco regulatorio en el sector eléctrico ha evolucionado para hacer frente a los desafíos económicos, sociales y ambientales.
Los obstáculos a la implementación del plan de energía renovable se consideran «principalmente sociales y políticos, no tecnológicos o económicos».
Según el informe de Post Carbon Pathways en 2013, el cual revisó muchos estudios internacionales, los principales obstáculos son: la negación del cambio climático, la presión política sobre los combustibles fósiles, la inacción política, un consumo energético insostenible, una infraestructura energética anticuada y las limitaciones financieras.