Las columnas basálticas (o columnata basáltica u órganos basálticos) son formaciones regulares de pilares más o menos verticales con muchas curvas, con forma de prismas poligonales (predominando los hexagonales), que se forman por fractura progresiva de la roca durante el enfriamiento relativamente lento de lava basáltica en algunas coladas, en chimeneas volcánicas o en calderas que no llegan a desbordarse o vaciarse repentinamente, por lo que su enfriamiento sucede in situ.
Estas grietas son un caso especial de diaclasado denominado disyunción columnar.
El 64,7% de las rocas que conforman la corteza terrestre son ígneas y de este porcentaje, los basaltos y gabros representan el 42,5%.
Aunque la mayoría de las columnas basálticas son prismas hexagonales, pueden encontrarse formas prismáticas de cuatro a ocho lados.
En la gruta de Fingal se pueden ver las columnatas basálticas de una colada de lava intercalada entre otras dos coladas volcánicas que se produjeron en épocas diferentes y cuyas características distintas ayudaron a mantener sepultada a la lava mucho más caliente y líquida por lo que su enfriamiento fue muy lento, lo cual determinó que se produjeran estas columnas volcánicas.