Descendiente de una familia vinculada a la seda durante el siglo XVIII, Josep Pons se convirtió en un influyente algodonero.
En 1876 obtiene el permiso de aprovechamiento industrial del agua del río Llobregat, construyendo la esclusa, el canal, la sala de turbinas y la fábrica, que se inauguró en 1880.
Fue destruida durante la Guerra Civil y no volvió a ser reconstruida.
[3] Hasta la década de 1960 gozó además de una intenta actividad cultural celebrándose festejos, se publicaba la revista Colonia Pons y se fundó la Escuela del Hogar y la Escuela del Trabajo vinculada a la Escuela Industrial de Barcelona.
Progresivamente, tanto la decadencia del sector textil como el modelo de colonias textiles, hizo que fuese cesando su actividad y cerró finalmente sus puertas en 1995.