Los collares antiparasitarios [2] para los animales de compañía, son un unos collares impregnados con productos químicos repelentes (p.e.
el Geraniol ),[1][3] que se ponen en el cuello de las mascotas (particularmente, gatos y perros ) para alejar a los parásitos, como pulgas y garrapatas o incluso ante el peligro de leishmaniasis .
[4] Estos collares liberan de forma lenta y controlada productos químicos que mantienen los parásitos lejos de los animales y su entorno durante algún tiempo, hasta que pierden su efectividad y deben ser reemplazados por un collar nuevo.
[5] También hay collares con repelentes naturales como la Azadirachta Índica,[6] sin productos químicos añadidos, para los animales más sensibles.
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