Era una bailarina de éxito en Francia, que, con tal de aumentar su fama se movió y comenzó a trabajar en Broadway, donde se convirtió en bailarina principal unos años.
En 1952 dio el salto a la fama por su papel como Marie Charlet en la película Moulin Rouge y que le valió una nominación al Oscar a la mejor actriz de reparto.
[2] En este tiempo, también fue objeto de algunos servicios fotográficos, principalmente relacionados con su danza.
A pesar de eso, su carrera nunca logró afianzarse.
De heco, trabajó en dos películas más, musicales, en 1954, Ungarische Rhapsodie y Par ordre du tsar.