A medida que un cometa se acerca al sol, debido al calentamiento, las porciones volátiles se evaporan y se desprenden quedando en las inmediaciones del cometa, formando una especie de atmósfera alrededor del núcleo del cometa.A su vez, la expulsión de estas porciones volátiles desprenden polvo y partículas más sólidas, que también se quedan en las inmediaciones.[1] Poco a poco se va a formando una acumulación de materiales en dirección contraria al sol, y eso es lo que forma la cola del cometa.Al observar un cometa generalmente se advierte que tiene dos colas más o menos diferenciadas.Al ser partículas más pesadas, la inercia que tienen hace que la presión de la luz y el viento solar las desvíen menos de su dirección, formándose una cola secundaria también en dirección contraria al sol, pero ladeada ligeramente en la dirección contraria a la trayectoria orbital.