Cogitationis poenam nemo patitur
La expresión latina cogitationis poenam nemo patitur se usa en el ámbito del Derecho penal para expresar que solamente una conducta, y no un simple pensamiento, puede ser constitutiva de delito.Esta frase originalmente apareció en las "Institutiones" del jurista Domicio Ulpiano (170-228).Posteriormente, apareció en el Digesto, recopilación de textos jurídicos romanos realizada por orden del emperador bizantino Justiniano en el siglo VI.Este principio del derecho romano asume que ningún pensamiento o deseo de un ser humano puede delinquir, sino hasta que esta manifestación de pensamiento o deseo se exterioriza provocando una conducta injusta que causa un daño a un bien jurídico tutelado.[1] En la novela distópica 1984 (1949) aparece una superpotencia totalitaria en la que se rechaza este principio jurídico, existiendo incluso una «Policía del Pensamiento» que combate el «crimen mental»: