El aparejo era redondo y se calcula que tenía un solo mástil.Más tarde, en 1929, fue subastada en Estados Unidos y la adquirió un anticuario alemán que la hizo llegar a manos de un conocido millonario holandés quien, finalmente, la dejó en depósito en el Maritime Museum Prins Hendrik de Róterdam donde se conserva actualmente.Así mismo, hay constancia documental de cocas nórdicas en el Mediterráneo en manuscritos del siglo XIII.Culver fue el primero en publicar un detallado estudio del modelo, y fue en la época en que el exvoto de la Coca ostentaba los tres palos, pero remarcando que, debido a que los palos de trinquete y mesana eran más rústicos y no parecían construidos por el mismo artesano, había la posibilidad de que su construcción original tuviera sólo un único palo mayor.Antes de que la Coca pasara a manos del millonario holandés, aspecto con el que se ha conservado hasta nuestros días, se le desmontaron los palos de trinquete y mesana, dejando únicamente el palo mayor.
Nave típica medieval catalana: la Coca de Mataró, conservada a partir de un exvoto que dieron unos marineros que sobrevivieron a una tormenta.