Tiene su origen en las coblas de juglares y ministriles que se reseñan en varios documentos medievales catalanes: en el siglo XIV, el rey Juan I, de Aragón, el Cazador tenía en su corte una nutrida cobla real que intervenía en las ceremonias oficiales, haciendo un papel similar al que ahora hacen las bandas municipales de música.
[2] A principios del siglo XVIII, las coblas de ministriles estaban normalmente formadas por un flabiol y un tamboril (o tabal), una tarota, y un sac de gemecs, o cornamusa, que más adelante sería reemplazado por una tenora de tesitura y afinación más grave que la actual.
Cuando los músicos solo eran dos, el flabiolero y el cornamusero, el grupo recibía el nombre de mitja cobla.
[3] En la tercera década del siglo XIX, los músicos empezaron a ensayar el uso otros instrumentos, como el cornetín, el figle o el fliscorno que, gracias a la reforma de José Ventura, acabarían llevando a la constitución de la cobla en su formación actual: flabiol y tamboril, dos tibles, dos tenoras, dos trompetas, trombón, dos fliscornos y contrabajo.
Desde los años 80, la cobla de tres quartans ha sido redescubierta considerablemente en Cataluña y varias formaciones la divulgan en todo el país.