Club de Mar de Castropol

Sin embargo las diferencias entre las embarcaciones, al no estar construidas específicamente para la competición, eran en todas partes permanente causa de encendidas discusiones, en las que los vencidos trataban de buscar excusa a su derrota.

El batel, con sólo cuatro remeros, permitía que se pudiera formar tripulación sin grandes problemas incluso a partir de poblaciones poco numerosas, y Castropol, Ribadeo, Abres, Vegadeo, Figueras, El Espín y Navia lo hicieron; a veces por duplicado o triplicado.

El tremendo apasionamiento alrededor de ellas prosiguió en los años siguientes, reforzado en el caso de Castropol por una enconada rivalidad con Ribadeo y unos resultados crecientemente halagüeños que culminaron en los dos subcampeonatos nacionales conseguidos en 1951 y 1953.

El resultado fue, teniendo en cuenta las circunstancias, un gran éxito: Castropol se clasificó para la final junto a las tres grandes tripulaciones de la época, Pedreña, Fuenterrabía y Pasajes de San Juan, logrando un cuarto puesto que supo a gloria.

En agosto de 1971 un incendio en el almacén del club destruyó todas las embarcaciones y dejó a la entidad en una precariedad total.

Sin embargo en el terreno material la recuperación no se completó hasta que en 1985, gracias a la financiación del gobierno del Principado de Asturias, se construyó un nuevo edificio que incluye gimnasio y piscina de entrenamiento.

Cinco años después se lograría, en 1x infantil femenino, el primer título nacional.

Aún lograría ese triunfo máximo otras dos veces, en 1964 y 1965 (en sendas apoteosis, al ser ambas en aguas de Castropol), añadiría un subtítulo nacional de trainerillas a los tres de bateles que ya había logrado en 1951, 1953 y 1961, y llegaría incluso a gobernar la trainera castropolense en sus primeras salidas, hasta el homenaje que en 1969 cerró su carrera deportiva.

En 1984 se produjo el retorno con un notable reto organizativo, ya que ese año se celebraron en Castropol el Campeonato de España y la primera edición de la regata Bandera Príncipe de Asturias, que desde entonces se ha convertido en una competición clásica reeditada año tras año.

En categoría absoluta,[2]​ sería en 1986 cuando se obtuvo la primera medalla de banco móvil: El bronce en 2+.

Pero lo que tenía que haber sido la culminación de esta época, la subida al podio del Campeonato de España de 1999, la temporada en que Castropol consiguió un nivel realmente espléndido, se convirtió inexplicablemente en una tremenda frustración, al no conseguirse ni siquiera el paso a la regata final.

Reseña de las regatas a remo celebradas en Ribadeo en agosto de 1923.
Cartel de las regatas celebradas en 1969 en honor de "Ricardín".
La trainera de Castropol tras vencer en la Bandera Príncipe de Asturias de 1994.
El ocho de Castropol, campeón de España 2003.
Epinicio en honor del Club de Mar de Castropol.