Clorito de sodio
En primer lugar, el explosivo (solo a concentraciones superiores al 10% en aire) dióxido de cloro, ClO2 se obtiene por reducción del clorato sódico en una solución ácida fuerte con un agente reductor apropiado (por ejemplo, cloruro sódico, dióxido de azufre, o ácido clorhídrico).Una ventaja de esta aplicación, en comparación con el cloro (que ha sido el sistema más comúnmente utilizado hasta ahora), es que genera menos trihalometanos (tales como el cloroformo) al reaccionar con los contaminantes orgánicos que pueda llevar el agua a potabilizar, se estima que la producción de trihalometanos es de cerca del 30% en comparación con el cloro convencional.Recientemente, el clorito de sodio ha sido utilizado como un agente oxidante para convertir los furanos alquilo correspondientes a los 4-oxo-2-ácidos alquenoico en una síntesis simple "one pot".El clorito de sodio es un fuerte oxidante y por lo tanto, puede esperar que causen los síntomas clínicos similares a los del clorato de sodio, conocido: metahemoglobinemia, hemólisis, insuficiencia renal.[12][13] En España también se ha extendido esta práctica, a pesar de que en el año 2010 la Agencia del Medicamento obligó la retirada del mercado de este producto.