La distribución espacial de las temperaturas presenta una variación costa-interior, relacionada con la presencia del océano Atlántico -que tiene un efecto de regulador térmico en las zonas costeras e incluso en zonas más interiores-, y otro norte-sur, que hay que poner en relación con balance anual entre las componentes climáticas temperada y subtropical.[1] Los valores medios normalizados van desde mínimos por debajo de los 6 °C en las montañas de las sierras orientales y sudorientales (Los Ancares y El Eje), hasta máximos superiores a los 15 °C en las áreas costeras a baja altitud, especialmente en las Rías Bajas.Un porcentaje considerable de las lluvias recogidas se producen en el semestre otoño-inverno, período en el que resulta frecuente que se establezca una anomalía negativa del campo de presión sobre el Atlántico norte.En general, la distribución espacial de las precipitaciones en el territorio galaico es bastante compleja, en parte debido a la orografía gallega.Destaca la marcada disminución da precipitación en los sectores interiores de Galicia, relacionada con papel que cumplen las formas del relieve.