Impulsado por la culpa entra en una de las casas afectadas por la plaga cerca del puerto, donde la epidemia ha golpeado con más fuerza.
Claudia está al borde de la muerte, pero Lestat se corta la muñeca y le ofrece su propia sangre, convirtiéndola en un vampiro.
Posteriormente Armand le confiesa a Louis que hizo esto por amor, aunque con razones egoístas.
También se revela que Claudia guarda un profundo y conflictivo amor hacia su padre oscuro, Lestat.
En el día de su cumpleaños Louis le regala un diario y Lestat una muñeca.
Claudia hace otra aparición como fantasma en la novela Merrick, esta vez para descargar su furia sobre Louis, intentando atravesarle el corazón con una estaca.
Sin embargo, Louis sobrevive al encuentro y el fantasma de Claudia desaparece.
Tras convertir a Merrick en una vampira Louis intenta suicidarse, pero Lestat lo revive de nuevo con su sangre.
[6] Claudia no vivió lo suficiente como para desarrollar su ética en un sentido humano, aprendió en su niñez que asesinar era una actividad cotidiana, pero luego de un tiempo terminó por recriminar haber sido convertida a tan temprana edad, pues a pesar de poseer una mente sensual, madura e incluso erótica, vivía atrapada dentro de su cuerpecillo infantil y débil.