La clase Hatsuharu fue una clase de destructores compuesta de 6 unidades, que sirvieron en la Armada Imperial Japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Cumpliendo las limitaciones impuestas por el Tratado Naval de Londres, los de la clase Hatsuharu eran menores que los precedentes, clase Fubuki y clase Akatsuki, pero, sin embargo, portaban el mismo armamento.
El hundimiento del torpedero Tomozuru, que zozobró en 1934 precisamente por ello, condujo a reconsiderar esta política.
Todos los miembros de la clase resultaron hundidos en combate.
Cuatro sucumbieron ante un ataque aéreo, uno por ataque submarino y el último colisionó con una mina marina.