Los navíos eran originalmente buques mercantes construidos en los astilleros de la compañía Sun Shipbuilding and Drydock en Chester, Pennsylvania.
Los mercantes fueron botados en 1939, pero en 1940 fueron transformados en portaaviones escolta y cedidos a Gran Bretaña.
Su propulsión se basaba en cuatro motores diésel conectados a una única hélice que ejercían 8500 caballos de potencia, con los que podía alcanzar los 16,5 nudos (30,6 km/h).
Su armamento defensivo se basaba en 3 cañones AA de 102 mm y 15 cañones antiaéreos de 20 mm.
Tenía capacidad para transportar a 555 tripulantes y 15 aviones, los cuales podían ser cazas como los F4F Wildcat o los Hawker Hurricane o aeronaves antisubmarinas como los Fairey Swordfish o los TBF Avenger.