Dieciséis unidades fueron autorizadas originalmente, pero el desarrollo adverso de la guerra impidió la construcción de las cuatro últimas.
Su tamaño los hacía casi comparables a un crucero ligero, compartiendo elementos de diseño con el Yūbari, con el que eran confundidos en ocasiones.
La potencia de fuego de torpedos se vio reducida respecto a clases anteriores a un único lanzador cuádruple más una recarga completa.
Tras las hostilidades, cuatro unidades fueron cedidas como reparación de guerra.
Los destructores cancelados o no completados fueron los Mochizuki, Kiyotsuki, Ozuki y Hazuki.