Clara Quirós

Ellos le colocaron al nacer el nombre de Clara del Carmen.

Sin embargo, este propósito no se logró y la capitalidad salvadoreña regreso a su histórica localidad, la "vieja" San Salvador.

Comienza a trabajar en obras de caridad principalmente con niñas pobres y huérfanas en un local del Convento Belén en Nueva San Salvador, ahora el Colegio Belén en Santa Tecla.

Esta congregación se ha extendido actualmente a catorce países de América, Europa y África.

Sus restos fueron inhumados en la capilla del Colegio Belén, lugar en donde había realizado gran parte de su obra.

[3]​ La memoria colectiva de Santa Tecla reivindica su figura como insigne y, por lo mismo, la alcaldía municipal de esa ciudad le erigió un monumento en su honor en el Parque Daniel Hernández.