Clara Fey

Vivió una época de grandes problemas sociales que surgían en su ciudad natal debido a la creciente industrialización.

Pero pronto se dio cuenta Clara que la escuela era insuficiente para prestar una ayuda efectiva y resolvió reunirse con sus amigas en comunidad religiosa para poder brindar un hogar a los niños pobres.

El mejor legado de Clara Fey a sus hermanas y a sus educandas es su rica espiritualidad sintetizada en una frase del evangelio de San Juan permaneced en mí: “manete in me”.

En Clara Fey, la vida en la presencia de Dios gira en torno al Sol Eucarístico.

Así pues Clara fue descubriendo a Jesús en la Eucaristía y simultáneamente en los hermanos, especialmente en los más necesitados.

La lectura de la “Vida Devota” iniciará a Clara en una vida espiritual más programada, es decir, partiendo de aquí empezará a hacer una meditación basada en un esquema sugerido por el santo.

Además siguiendo los consejos de éste se dejará orientar incondicionalmente por su confesor.

Además sabemos que la M. Clara leyó mucho de otros Santos a quienes admiró.

"La práctica" como la entendió Clara puede definirse como un camino de crecimiento espiritual cuyo objetivo es Permanecer en el Señor.

Para vivir en su presencia Clara organizó su vida de una comunión a otra.