En Berlín, se convirtió antes de la II Guerra Mundial en la «reina del cabaret».
La canción había nacido de la necesidad, ya que el programa antimilitarista previsto fue prohibido por la censura.
Claire Waldoff se especializó en canción ligera, schlager y chanson en dialecto de Berlín, que había aprendido en sus visitas a bares.
Ella misma describió su carisma más tarde con las siguientes palabras: «mi manera sencilla, sin gestos, sólo con la mímica, enfocado sólo al juego de expresiones de los ojos, era algo nuevo sobre el escenario del cabaret.
Visitaba de forma regular el club femenino Damenklub Pyramide, que se reunía en el Toppkeller en Berlin-Schöneberg.
En 1936 se hundió definitivamente su carrera cuando el ministro de propaganda Joseph Goebbels le prohibió actuar en el Scala.
En 1939 se trasladó a Bayerisch Gmain e hizo algún concierto radiofónico en la Großdeutscher Rundfunk.
Por si fuera poco, la reforma monetaria de 1948 le costó sus ahorros y se empobreció.
Su último deseo fue ser enterrada en la cripta familiar de su compañera sentimental Olga von Roeder.
A Claire Waldoff se le ha dedicado una estrella en el Walk of Fame des Kabaretts en Maguncia.