El clásico capitalino es una denominación poco usual que se le ha asignado a una vieja rivalidad[1] que tiene como protagonistas a los equipos más laureados de la Primera división del fútbol paraguayo, excluyendo a los animadores del superclásico, el Club Guaraní y el Club Libertad, los mismos sostienen una fuerte pica que se ha incrementado en el transcurso del tiempo.
Pero en general se acepta que en donde ahora está ubicado el estadio del club Libertad, era una huerta de italianos.
Ante esta negativa, los jóvenes tomaron la pelota a la fuerza y comenzaron su práctica.
Los jóvenes huyeron hacia la casa de los Patri, donde se encontraron con el General Caballero.
El partido definitorio por el vicecampeonato fue ganado por el Repollero, 5-2, para quedar como escolta del Ciclón.
En dos campeonatos no se vivió la emoción del gol entre Guaraní y Libertad.
En 1998 se produjo el partido de mayor controversia entre liberteños y aborígenes.
El domingo 4 de octubre se cumplía la última fecha del torneo Clausura.
Hayes empató 1-1 ante el Auriazul y Libertad cayó 3-4 ante Guaraní, en su propio escenario.
Ambos equipos se enfrentaron en la semifinal del Clausura, ganando la serie Guaraní.
La semifinal del Apertura 2002 fue ganada por Libertad al empatar el partido de ida, 1-1 y vencer en la revancha por 4-1 (goles de Gustavo Morínigo, en dos oportunidades, Estanislao Struway y Édgar Robles.
Al año siguiente los dos conjuntos definieron el torneo Apertura del 2003.
En el Clausura del año pasado, también llegaron a la 22ª y última jornada, con un punto de ventaja para el Albinegro.
No falló el equipo de Tuyucuá venciendo a Luqueño, 2-0, para alcanzar su 16ª estrella.
En la Copa Paraguay 2019. los dos mejores equipos del certamen decidieron al campeón en un solo partido.
Es notoria la paridad y escasez de títulos que han tenido los dos clubes durante el siglo XX, la situación no varió mucho para Guaraní al inicio del siglo XXI, pero sí cambió categóricamente para el Club Libertad.