El nombre de este distrito se debe a su posición en la ribera izquierda del río Moldava, en las lomadas que se encuentran a los pies del Castillo de Praga, en oposición a los asentamientos de mayor tamaño que se encontraban al otro lado del río.
El famoso novelista checo Jan Neruda nació y vivió gran parte de su vida en este lugar, y varias de sus obras tratan sobre Malá Strana.
A pesar del estatus real, el rey no controlaba la ciudad al completo.
Durante la Edad Media, Malá Strana fue el centro más importante de las etnias alemanas establecidas en Praga.
Tras el incendio de 1541 se abrieron nuevos espacios, que permitieron su desarrollo.