Desde el principio contó con una serie de servicios poco usuales en la España de los años 50: colegio con amplias instalaciones deportivas, piscinas, cine, locales de uso social, consultorio médico, iglesia y zonas verdes en torno a los edificios.
Un segundo tipo, mucho menos numeroso, lo constituían viviendas agrupadas de cuatro en cuatro, casi unifamiliares, con un amplio jardín, estaban destinadas a técnicos cualificados, peritos y cargos medios de la empresa.
Si bien Ciudad Pegaso dejó de tener relación con ENASA cuando las viviendas pasaron a ser propiedad de los antiguos inquilinos, la morfología del barrio sigue siendo la misma que cuando se construyó, tanto en el plano como en los edificios que la componen.
Una de sus curiosidades es que todo el barrio lo forman sus calles numeradas.
Así, podemos encontrar calles y avenidas que van desde la calle uno a la calle once excepto una plaza situada a la entrada del barrio, denominada Plaza de San Cristóbal.