Cipriano de Cartago

Poco después de convertirse al cristianismo, se convirtió en obispo en 249.Su hábil retórica latina le llevó a ser considerado como el escritor latino más destacado de la Cristiandad occidental hasta Jerónimo y Agustín de Hipona.Poco después de su bautismo fue ordenado diácono, y más tarde presbítero.Cinco presbíteros se opusieron a esta elección, entre ellos Felicísimo, que más tarde llevaría a cabo una disputa con el propio San Cipriano, dando lugar al Cisma de Novato y Felicísimo.[10]​ Los cristianos del norte de África no habían sufrido la persecución durante muchos años.En 250 el emperador Decio decretó la supresión de la cristiandad, con lo que dio comienzo la persecución deciana.Desde allí elaboró gran parte de su obra epistolar, y el exilio no le impidió seguir administrando su Iglesia, aunque sí que acrecentó las rivalidades latentes en su elección episcopal.Cipriano contestó que había huido de acuerdo al mandato divino.Felicísimo recibió el apoyo de Novatus y otros cuatro presbíteros, que organizaron una fuerte oposición al obispo.Los libellatici, es decir, cristianos que habían obedecido al emperador, serían readmitidos tras arrepentimiento sincero, pero los que habían tomado parte en sacrificios al emperador sólo podrían volver a la Iglesia cuando estuvieran cerca de la muerte.Más tarde esta regulación se suavizó, e incluso los que habían celebrado sacrificios fueron readmitidos si se arrepentían inmediatamente y buscaban la absolución, aunque los clérigos caídos fueron depuestos y no podían recuperar sus cargos.Novatus abandonó a Felicísimo y se unió al bando novaciano.Su prestigio se acrecentó cuando los fieles fueron testigos de su devoción abnegada durante una gran plaga y la hambruna que le siguió.La causa de la contienda fue la eficacia del bautismo en las formas convencionalmente aceptadas cuando era administrado por herejes.Cipriano contestó que la autoridad del obispo de Roma estaba coordinada con la suya, pero no era superior.El 30 de agosto de 257, ante el procónsul romano Aspasius Paternus se negó a realizar sacrificios a las deidades paganas y profesó firmemente su fe en Cristo.[12]​ En el lugar de su muerte, se construyeron más tarde iglesias, que, sin embargo, fueron destruidas por los vándalos.El tratado titulado De duplici martyrio ad Fortunatum no solo fue publicado por primera y única vez por Erasmo, sino que probablemente también lo compuso y le atribuyó la autoría a Cipriano.Como escritor, sin embargo, no fue en general original o especialmente profundo.
Cipriano de Cartago, de Meister von Meßkirch.