Cine de Bolivia

Las primeras filmaciones cinematográficas en Bolivia se realizan a partir de la segunda década del siglo XX.

En 1923 llega a Bolivia el cineasta italiano Pedro Sambarino, que había trabajado ya varios años en Argentina.

Aparentemente ese mismo año (1925) José María Velasco Maidana produce otro largometraje titulado La profecía del lago; el filme no llegó a presentarse ante el público debido a la censura, al tratarse de los amoríos entre un 'pongo' y la esposa del dueño de una hacienda; esto transgredía las estructuras de la época en las que predominaban prejuicios raciales y sociales, por lo que incluso se llegó a intentar secuestrar la película para incinerarla.

En 1927 se realizaron dos películas que registran el fusilamiento de Alfredo Jáuregui, hijo menor de una familia acusada del asesinato del expresidente José Manuel Pando, y cuyo caso judicial tuvo gran repercusión en la sociedad.

[12]​ Entre 1928 y 1929 se producen algunos documentales referidos a los viajes del presidente Hernando Siles por la República.

Llegan también en estos años cineastas extranjeros, como el equipo alemán del noticiero Deulig woche, y el cineasta inglés Bee Mason, autor de un largo documental llamado De los llanos a los Andes.

El título original de la película debió ser El ocaso de la tierra del sol, sin embargo debido a problemas con la protagonista no se pudo continuar el proyecto inicial y algunas escenas filmadas para ese primer argumento se incorporaron después a Wara Wara, en la que participaron varios intelectuales bolivianos de la época, entre los que se puede nombrar al pintor Arturo Borda, la escultora Marina Núñez del Prado y el poeta Guillermo Viscarra Fabre.

Luego, este proyecto daría lugar al filme Hacia la gloria, drama bélico con las actuaciones de Matilde Garvía, Donato Olmos, Manuel Sagárnaga, Enrique Mendoza, Valentina Arze y Arturo Borda, quien además dirigió algunas escenas.

Entre 1933 y 1936, la Guerra del Chaco se convirtió en el tema central de los realizadores cinematográficos en Bolivia, intentando realizarse varios proyectos como Alerta de Mario Camacho, que no llegaron a concretarse.

En ese periodo, el fotógrafo Luis Bazoberry se incorporó al ejército como aerofotogrametrista, por lo que pudo fotografiar el conflicto bélico, además de registrar varias tomas con una pequeña cámara que Bazoberry llevó consigo.

Ese mismo año, Ruiz conoce a Augusto Roca, brillante operador técnico con quien formará una pareja inseparable y fundamental para esta nueva época del cine boliviano.

En 1954, Jorge Ruiz lleva al cine en Ecuador el cuento del escritor Óscar Soria Gamarra "Los que nunca fueron".

Soria se convertiría luego en uno de los principales guionista del cine boliviano contemporáneo.

En 1956 Ruiz realiza el cortometraje Voces de la tierra y dos años después filma su primer largometraje, La vertiente.

Sanjinés se constituiría luego en uno de los referentes del Cine Boliviano y Latinoamericano.

En 1961, Sanjinés realiza como propaganda para la Lotería Sueños y realidades, su primer cortometraje en Bolivia.

Ese mismo año Hugo Roncal filma El mundo que soñamos, una de sus obras más importantes y Sanjinés rueda Un día Paulino, ambos cortometrajes con cierto tinte propagandístico al gobierno.

También en 1968, Jorge Ruiz utiliza parte del material filmado en 1954 para Detrás de los Andes y presenta el largometraje Mina Alaska, cuya historia transcurre en tiempo real.

Ósar Soria se aleja también del Grupo Ukamau y continúa con Antonio Eguino en la Productora.

A raíz del golpe militar de 1973 la producción cinematográfica sufre un receso temporal.

Jorge Sanjinés presenta Para recibir el canto de los pájaros, largometraje estelarizado por Geraldine Chaplin, filme en que se hace un paralelismo entre el trato a los nativos durante la conquista española de América Latina y la discriminación social actual.

Al año siguiente, en 1999, se estrena La calle de los poetas, dirigida por Diego Torres Peñaloza, película que presenta en su banda sonora temas de los principales grupos de rock boliviano como Lou Kass, Coda 3 conocida luego como Octavia, Wapbs, Lapsus, Llegas, Alcohólica, Icaro, Llaywa, Dies Irae, Chicos Fáciles, Annada, Dixy y Sacrilegio.

Ese año, Mauricio Calderón presenta su ópera prima El triángulo del lago, un ambicioso filme de ciencia ficción.

Tras una pausa de tres años, en 2003 se estrena Dependencia sexual, primer largometraje del director cruceño Rodrigo Bellot, película que ganó el Premio FIPRESCI de la Crítica internacional en el Festival del Locarno, Suiza, y obtuvo varios reconocimientos internacionales.

Ese mismo año, Jorge Sanjinés y el Grupo Ukamau presentan Los hijos del último jardín.

En 2005, la cochabambina Julia Vargas-Weise presenta su primer largometraje acerca del Carnaval de Oruro titulado Esito sería.

Juan Carlos Valdivia estrena el largometraje American Visa, basado en la novela de Juan de Recacochea, película en la que participan los actores mexicanos Kate del Castillo y Demián Bichir, tuvo muy buena recepción por parte del público, así como por la crítica internacional.

La rusa radicada en Bolivia Anche Kalashnikova presenta I am Bolivia, realizada en Santa Cruz y anunciada como la primera película digital rodada en el país; Rodrigo Bellot estrena la comedia ¿Quién mató a la llamita blanca?

Rodrigo Bellot presenta la producción chileno-estadounidense Perfidia, filme que se estrenaría en Bolivia recién el año 2010.

Paz Padilla presenta La última jugada, una película que aborda la temática de la enfermedad del cáncer.

El fusilamiento de Alfredo Jáuregui del 5 de noviembre de 1927.
Escena del largometraje boliviano Wara Wara de 1930
Filmación de Vuelve Sebastiana , de 1953
Rodaje de Mina Alaska de Jorge Ruiz en 1968.