El proyecto responde al estilo racionalista, aunque con influencias del art déco valenciano.
El programa del edificio es complejo: cine, salón de té y restaurante en su origen.
En la rehabilitación posterior se habilitó una sala para las proyecciones cinematográficas del Instituto Valenciano de Cinematografía, una pequeña sala de representaciones teatrales, un Music-hall en el sótano y el teatro Rialto que le da nombre al edificio.
Elementos característicos del movimiento Decó son utilizados por Borso di Carminati, como los remates en la torre y en el hueco de escalera.
Sin embargo, en la fachada posterior es donde el arquitecto apuesta decididamente por el racionalismo y se muestra más austero en la composición.