El nombre estuvo vigente hasta el término de la guerra civil española.
En el año 2008 hubo una propuesta del Consejo Valenciano de Cultura[3] para renombrarla como plaza del Rey Jaime I pero el ayuntamiento exigía la necesidad de consenso para aceptar dicho cambio,[4] que no se produjo.
El convento quedó intramuros tras la construcción de la nueva muralla del siglo XIV.
Entre 1927 y 1933 tuvieron lugar, fruto del diseño del arquitecto municipal Javier Goerlich, los derribos de la antigua bajada de San Francisco, una calle con una ligera pendiente que comunicaba la calle San Vicente Mártir con la plaza, dando así lugar a la apertura de la plaza hacia el norte comunicándola definitivamente con la calle de San Vicente Mártir y con la nueva avenida de María Cristina hacia la plaza del Mercado.
Además todas las líneas nocturnas tienen paradas en la misma plaza o muy próximas a ella.