Está situado exactamente dos kilómetros en línea recta al suroeste de la cabeza de municipio, pero, en cambio, el acceso al pueblo con vehículo es bastante más largo.
En un primer momento se decantaba por dar como origen el sorbus latino que da el nombre de árbol servera, en catalán, pero en un análisis más profundo, por la imposibilidad de aplicación del diminutivo a este étimo, se decanta más hacia una explicación basada en la transformación al catalán de silvulas (bosques), con transformaciones fonéticas habituales en el paso del latín al catalán.
Entre el 1812 y en febrero de 1847 formó ayuntamiento propio, conjuntamente con El Burguet.
En aquel momento eran 58 habitantes, pero no llegaban a reunir 30 que fueran considerados vecinos (cabezas de familia y contribuyentes).
Estuvo deshabitado durante mucho tiempo a consecuencia de la migración que vació muchos pueblos pirenaicos durante la primera mitad del siglo XX, pero hoy vuelve a tener habitantes: el padrón menciona cinco.