El cianógeno (del griego kyanós, azul, y gennán.
Los dos grupos cianuro están enlazados por sus átomos de carbono: N≡C−C≡N.
El cianógeno a temperatura ambiente, es un gas incoloro con un olor agrio.
Su densidad es aproximadamente dos veces la del aire a la misma presión y temperatura.
La mayoría de los cianuros, son muy tóxicos debido a su reducción a cianuro, el cual se adhiere más fuertemente que el oxígeno al complejo citocromo-c-oxidasa, interrumpiendo así la cadena de transporte de electrones mitocondrial.
El cianógeno puede ser preparado en el laboratorio mediante cianuro de mercurio.
) se les hace reaccionar mediante una chispa eléctrica o una descarga.
[4] Fue definitivamente sintetizado en el año 1802, cuando fue usado para hacer lo que ahora se conoce como cianuro de cloro.
El cianógeno es un gas irritante para los ojos y el sistema respiratorio.
Su inhalación puede producir dolor de cabeza, mareos, vértigo, incremento del pulso, náuseas, vómitos, inconsciencia, convulsiones y la muerte, dependiendo de la exposición.
[5] En caso de envenenamiento con esta sustancia es necesario realizar un tratamiento específico; así como disponer de los medios adecuados junto las instrucciones respectivas.
Esto se debe a que el coma (o cabellera) contiene cianógeno y carbono biatómico.
Ambas sustancias brillan en color verde cuando son iluminadas por la luz solar.