En la región Arequipa desarrollaron el extenso sistema de irrigación que alimenta a la feraz campiña arequipeña y que se extiende por los distritos de Characato, Sabandía, Polobaya, Quequeña Yarabamba, etc.
Las ruinas de su principal asentamiento urbano, Churajón, se encuentran a 3100 m s. n. m., cerca de Siete Toldos, camino a Chapi, descubiertas por el monseñor Leonidas Bernedo Málaga.
Su base económica fueron la agricultura y la ganadería,[1] desarrollaron un sistema de andenes no tan trabajados como los de Sabandia o Characato, pero sí numerosos que llegaban a cubrir los cerros aledaños al templo más importante.
Es común encontrar aún los pagos que se hacían a la tierra.
Enterraban a sus muertos en rituales conmemorativos, utilizando chulpas para los notables de la sociedad.