Christopher Stevens

[1]​ Stevens fue el octavo embajador de los Estados Unidos asesinado estando en su oficina.

Nació y se crio en el norte de California.

Antes de incorporarse al Servicio Exterior en 1991, fue un abogado de comercio internacional en Washington D. C. Sus asignaciones anteriores en el extranjero incluyeron: oficial principal adjunto y jefe de la Sección Política en Jerusalén, oficial político en Damasco, cónsul en El Cairo y cónsul en Riad.

En septiembre de 2012 resultó muerto (se investiga si asesinado o asfixiado por el humo del incendio provocado por los atacantes) durante el asalto de milicianos islamistas radicales al consulado de Estados Unidos en Bengasi, Libia, donde se encontraba de visita desde la capital, Trípoli.

[3]​ Los otros tres fallecidos fueron el especialista en tecnología Sean Smith y los SEAL Glen Doherty y Tyrone Woods.